Me pusieron en el Taller de Escritura Creativa deberes para hacer que consistía en un relato o narración con sentido del humor. Esta madrugada al ir al lavabo para realizar mi primera micción del día he coincidido con mi marido, que resulta que tenia la misma necesidad fisiológica que una servidora y mientras esperaba su turno nos hemos puesto a hablar. Después hemos vuelto a la cama a intentar reconciliar el sueño. Él lo ha conseguido, pero yo no. Mi cabeza ha comenzado a barruntar temes para tratarlos en clave de humor. Y, pensando, pensando, se me ha ocurrido hablar sobre los diferentes nombres que se les da a las partes sexuales femeninas y a las masculinas, concretamente a la vulva y al escroto, aunque este último deberíamos de puntualizar, que la palabra escroto, es la definición de la bolsa de piel que cubre los testículos. Como podéis comprobar, me he informado a conciencia.
Empezaremos por el órgano sexual masculino o sea los testículos. Los nombres que primero me han venido a la mente, evidentemente son los más vulgares o como diría un académico de la RAE, forman parte del “argot popular”. Empezaremos por la menos grosera e iremos subiendo de intensidad o tono. Espero no herir sensibilidades: gónadas, pelotas, bolas, pinreles, cataplines, huevos y cojones.
Es curioso, pero al buscar nombres con los que acostumbramos a definir los órganos sexuales femeninos, me ha venido un torrente de palabras que a continuación detallo, haciendo hincapié en su origen geográfico. En España los más utilizados son: conejo, patata, chichi, almeja, flor, chirla, chocho, chumino, chirri, potorro, breva, higo, seta y el más vulgar, para mi gusto, seria la palabra coño. No he querido entrar en las variables autonómicas, porque creo que sería excesivo, pero sí que me ha llamado la atención algunas definiciones usadas en los países de cono sur de América como: “concha” palabra malsonante que se utiliza en Argentina, Chile, Perú y Uruguay y “cuca” también considerada malsonante y utilizada en países como Colombia, Ecuador, Honduras, Venezuela (en este último país también se suele emplear la palabra “cuchara”). Otras expresiones más cariñosas o graciosas son: “chucha” en Colombia, Panamá y Perú o “choro” en Chile.
Si viajas por Europa recuerda que en Alemania se dice “gato” (en alemán “muschi”), en ingles “pussy” y en francés “chatte”.