jul 04

En Nil viu aïllat dins una enorme bombolla plena d’aire. Allà té la seva petita caseta, el seu petit jardí amb tres petits arbres, fruites i un sol amb un parell de núvols pintats sobre la superfície de la gran bombolla.
Voleu saber com a anat a parar el Nil dins d’aquesta bombolla? Algú podria pensar que té una estranya malaltia que l’obliga a viure sota una atmosfera pura, perquè l’aire de l’exterior, està tan contaminat i és tan irrespirable, que els pulmons del Nil, podrien esclatar com una magrana si arribes a respirar aquest aire pudent. Però aquesta història ja la vàrem veure en una pel·lícula, fa alguns anys.
El Nil viu en aquesta bombolla, perquè és l’únic habitant que queda viu de la seva espècie terrícola. Els llunàtics –habitants de la lluna- el tenen desat en una càmera refrigerada, per tal de conservar-lo en bones condicions. Per tal motiu l’únic paisatge que el Nil pot contemplar fora de la seva bombolla, és un paisatge gelat, amb volves de neu que floten al voltant de seu durant cada dia de l’any. LLegiu-ne més »
Etiquetes: Relats fantàstics
jul 04
¿Por qué hay minutos que permanecen eternos en nuestra memoria? ¿Por qué hay horas y horas, años incluso que parecen un suspiro? Dicen que el tiempo es relativo y supongo que debe ser verdad.
La arena del tiempo cubre inexorable el camino de la vida y sólo estás aquí y ahora. No hay más que tú y la arena que ha enterrado tus días llenos de recuerdos.
Pero hay instantes, instantes fugaces, quizá, que son eternos, y aunque enterrados, quedan grabados a fuego y permanecen indelebles. Son instantes que dejan huella, que marcan una muesca en alguna parte de nuestro ser. Tiempos fugaces como el cometa que pasa veloz ante nuestros ojos pero que siempre recordamos y que nos ayudan a superar los malos tiempos.
Hoy, cuando ya he sobrepasado con creces el ecuador de mi vida, recuerdo tantas y tantas horas de relleno y que apenas existieron. Tiempo en barbecho –pensaba- que luego serviría para recoger la mejor de las cosechas. LLegiu-ne més »
Etiquetes: Sensibilització
jun 24

Mujer con sombrilla de Monet
Sentía el desasosiego en cada poro de su piel. Debía haber vuelto hacía más de un mes y las entrañas le decían que algo iba mal.
Repasaba cada día el horizonte oteando en silencio. Comprobando si aparecía algún rastro del buque que capitaneaba su marido. Pero era en vano. Un mar calmado, o bravo. Azul o casi negro. Acogedor o hiriente, daba igual. Siempre estaba ahí, sin devolverle lo que ella le había entregado con dolor en su partida y, porqué no decirlo también, con mucho temor. Y el mar hambriento, lo había engullido con la promesa no escrita que lo devolvería. Pero hacía tantos meses que sólo podía rogar su vuelta sano y salvo.
Y en su angustia preguntaba a todos los barcos que atracaban en el pequeño puerto del pueblo, para ver si alguien tenía noticias del buque que su marido había bautizado en suhonor: “Clara”.
Recordaba el día que estampó la botella en el casco del barco. Tanta gente acordonando el muelle, mirando embobados el gigantesco navío. Ella con su vestido nuevo, que ocultaba su incipiente vientre. Él con su traje de capitán, feliz y exultante por haber dado a luz, antes que ella, su sueño de tantos años. LLegiu-ne més »
Etiquetes: Narració
jun 14
– Sr Clos, tenía Vd razón. Su mujer se ve con un hombre todos los viernes por la tarde. Se ven en un dúplex de la avenida Pearson, número 34, piso 3º.
Alberto Clos dio un puñetazo en la mesa con rabia y cara roja a punto de estallar.
— ¡Lo sabía! ¿Ha hecho fotos? ¡Se va a enterar! –dijo más para si mismo que para el detective que le había confirmado lo que ya sospechaba.
– Por supuesto Sr Clos. Aquí las tiene –dijo el detective extendiendo decenas de fotos furtivas que había tomado durante los días de seguimiento.
– Pero … ¡Si es mi hermano! ¡desgraciado! ¡Mi hermano y mi mujer!
– Señor, yo sólo sé que coinciden, no puedo saber más.
– ¡Ya te lo digo yo! ¡Me engañan!
Alberto se dejó caer en el sillón pesadamente y pasó el resto del día rumiando su venganza y sumido en sus cábalas.
Cuando llegó su esposa, tenía ya claro cómo abordar la situación. LLegiu-ne més »
Etiquetes: Narració
mai 30
Así lo llaman. Y todo el mundo quiere ir a ese mágico lugar que pocos tienen la suerte de ver en su vida. Dicen que en ese bosque, en las noches de luna llena, ocurren cosas extrañas. Tan extrañas como maravillosas.
Todo comenzó un día de tormenta. Las nubes negras taparon la luz que había iluminado hasta entonces el arbolado y la luna permanecía impasible observando la escena desde su plácido lugar en el cielo. Se desataron furiosas tormentas, con gran cantidad de rayos y truenos que cruzaban rabiosos la atmósfera de un lado a otro. Todos los seres del bosque se refugiaron atemorizados donde pudieron, en los troncos de los árboles, en las cuevas, en los huecos de las piedras…
Pronto el agua cayó como nunca antes y subió a cotas jamás alcanzadas, formando un pantano acordonado por las colinas que circundaban el bosque. Y sucedió. El agua caída que ahogaba todo el espacio, se llenó de una luz intensa, procedente de algún punto de la luna, traspasó el tronco leñoso de los árboles y tiñó de un verde fosforescente la savia que circulaba por el bosque. Cuando las aguas volvieron a su cauce, y fue reabsorbido el exceso de líquido, comenzaron a suceder los hechos inexplicables. En su interior todo ser vivo sólo crecía y se reproducía en las noches de luna llena. La vida, la calma y la serenidad se extendían por todo su espacio. LLegiu-ne més »
Etiquetes: Relats fantàstics
mar 21

QUERIDO HIJO
Vuelve a casa.
Ven y deja las armas.
Sólo la paz labra el camino.
Yo tedi el alma y la vida.
No la pierdas por nada.
A
Ninguna guerra,
ninguna causa,
ningún político acomodado
y con buenas palabras.
Ninguna religión mal
entendida
¿nada! vale una vida.
A
Vuelve hijo mío,
vuelve a casa sin armas.
ANGELA
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des 07
Tema individual
2ª quinzena novembre
Escribir un texto, en el que hay cables que conectan dos o más cosas imposibles de conectar entre sí. Por ejemplo una piedra y el sol, un agujero negro y un motor, etc.
La Roca yacía desde tiempos inmemorables en la orilla del riachuelo, que serpenteaba por el pequeño valle y por el magnifico bosque de hayas y robles.
Cada amanecer el Sol acariciaba su superficie, ofreciéndole su calor y haciendo que sus diferentes tonalidades grises, verdes u ocres, fueran cambiando a lo largo del día.
Al atardecer cuando el Sol declinaba detrás del horizonte, y su luz ya no poseía la fuerza suficiente para seguir iluminando a la Roca, podía oírse en medio del silenció i de la abrumadora soledad el lamento de una mujer.
Solo el bosque sabía que estos lamentos procedían de la Roca que lloraba y se estremecía de pena y dolor cuando su amado Sol la abandonaba en medio de la fría y oscura bóveda celeste.
Martina del Clot
Noviembre 2022
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