gen 16
el sueño de los pequeños duendes.
Antes todo era fácil… pero ahora,
llego lo que no se quería.
Los roces, las miradas…
los celos apagados,
el miedo a la pérdida
del lugar predilecto.
A pesar del cariño,
los niños no saben
de buenas posturas
ni de compromisos.
Solo sienten y temen
Aman y pierden.
Carmen, tu poema me recuerda una frase de Ana María Matute que dice: La niñez es un mundo perfecto de donde se nos arroja cuando llega la adolescencia. Por eso a todos los jovenes se les pone “cara de naufragos”. Es una belleza, felicidades.
Muchas gracias por tu reflexión y punto de vista
Besitos
La indefensión de los niños frente a tantas brutalidades como se cometen hace que me estremezca solo de pensar en ello. Veo en tu poema un reflejo de esa fuerte i a la vez tierna sensibilidad que te caracteriza. Enhorabuena.
Gracias Pili tu si que eres sensible,
Un besote