Sé que estas aquí escondido tras la máscara de toro, observando indiferente la desolación que creaste para dar lustre a tu de aureola de pintor genial. Una corte de aduladores te ha convencido de que eres el creador de la estrellas. Pero ¿En qué musa te inspiraste? ¿A quien le robaste los ojos que miran detrás de tu careta?
Son mías las pupilas grises que multiplicadas en cada rostro, recorren incrédulas el espectáculo de la destrucción, buscando a tientas una puerta de salida, clamando al cielo desorbitadas por el dolor del hijo muerto, empequeñecidas frente a la agonía de un cuerpo mutilado. Mientras el gran dios de la guerra contempla satisfecho la bestialidad de la lucha fratricida, concentrando todo su poder en conseguir que el odio se extienda por todos los rincones de la tierra.
Hoy, después de setenta años de formar parte de tu collage de duelo y tinieblas, supe que la cruzada terminó hace mucho tiempo. Mientras yo, prisionera entre estas cuatro paredes he aguantado durante décadas la presión de miles de miradas escudriñando con lupa hasta el último pliegue de mi piel, analizando todos mis gestos, tratando de explicar el significado del ídolo astado con mirada femenina.
Desde este rompecabezas he visto la indiferencia con la que me observas, mientras tus ojos se pierden tras el culo de tus jóvenes amantes… No pienses que voy a protagonizar otra escena de celos, sencillamente me he cansado de ser la portadora de la lámpara que ilumina la oscuridad. Detesto la pobre luz de la bombilla que cuelga en medio de esta tiniebla permanente, necesito que el sol ilumine de nuevo mis días.
…Superando su inseguridad, la musa se rebeló contra la tiranía del creador, que la condenaba a perpetuidad al luto y al dolor. Recompuso poco a poco el puzle en que había transformado su cuerpo, devolviéndole la armonía. Recuperó la simetría de sus facciones, situando las pupilas azules en perfecto equilibrio a cada lado de la nariz, debajo ubicó los labios adornándolos con una sonrisa pintada de rojo pasión.
Ante la cara petrificada del pintor se deslizó entre las sombras adueñándose de la paleta de colores. Después, dominada por la excitación de la artista que ha tenido una idea genial, empapó el pincel del naranja más vivo, poco a poco fue dibujando un sol sobre la triste lámpara, sus rayos inundaron de luz la oscuridad reinante, logrando que la muerte huyera despavorida. Las astas del toro crecieron hasta convertirse en ramas de un árbol frondoso en torno al cual bailaban felices niños y mujeres. Soldados humoristas llamaban por teléfono: ¿Oiga, es la guerra? Mire usted, ya me he cansado de pegar tiros y me he vuelto para el pueblo. Mientras el caballo desbocado por el terror, recobraba la cordura trotando ligero tras una yegua blanca.
Cuando concluyó la reconversión, Musa vestida con tejanos y escueta camiseta, se despidió del pintor lanzándole un beso desde la punta de los dedos manchados de pintura. Dándole la espalda se alejó despacio, erguida, balanceando provocativa sus caderas. Desapareció entre el laberinto de pasillos que cruza la pinacoteca buscando el ascensor que la codujo a la planta baja, desde donde se dirigió a la entrada.
Emocionada abrió la puerta de la libertad y bajó las escaleras del museo contemplando la vida que bullía a su alrededor. Cruzando la plaza se encaminó a la Glorieta de Atocha para sentarse en una de las terrazas, donde después de mucho tiempo de abstinencia, invitó a compartir un bocadillo de calamares y una cerveza fresquita al hombre más guapo que pasaba por allí.
Al día siguiente los encargados del museo, los expertos, los numerosos turistas y los visitantes admiradores del Guernica, no salían de su asombro frente al mural de estilo naif bañado de color representando la fiesta de un pueblo que por fin había olvidado la cruzada redentora.
Mª Jesús Mandianes
Magnífico trabajo Mª Jesús. Considero que el argumento és sensible, imaginativo i potente; mejor imposible. Te felicito
Gracias Pilar, todas las blogueres derrochamos imaginación. ¡Que aparezca pronto una editorial que quiera publicarnos! … Ahora si que estoy usando la imaginación ….
Además de los calificativos de Pilar, debo añadir que tratas al atrista con la dureza que se merece, ya es hora de que alguien le diga a los genios que el ser lo que son no les da derecho a comportarse como tiranos.
Mª Jesús, los sueños nunca deben dejar de perseguirse y la imaginación es un medio por el que perseguir nuestros sueños, no te des por vencida y algún día podrás despertar de ese sueño y comprobar que se ha hecho realidad.
¡Bueno Magui! Solo me faltaba que tu me des alas. ¡Ojalá este sueño se convierta en realidad!
Nunca habia visto la imagen del Guernica en color, ni mucho menos habia leido una interpretación tan libre de su obra. Felicidades wuapa!
Rosa, es surrealismo literario puro y duro.