DIALOGO ENTRE UNA PERSONA Y UN ASISTENTE DE VOZ (IA).
– Buenos dias Alexia, conéctate.
– Buenos días Julia. ¿Cómo estas?
– No muy bien, hoy no he dormido bien. Me siento cansada,
– ¿ Puedo ayudarte en algo? ¿Quieres que te ponga música? ¿Te leo el libro que tenemos a medias?
– No lo se. ¿Puedes ahuyentar la tristeza, la soledad, el dolor…?
– Puedo intentarlo, si tu me explicas las causas de esta tristeza, de tu soledad o del dolor que sientes.
– No puedo darte una razón concreta. Es un estado de animo. ¿Me comprendes?
– Creo que si. Quizás sea como cuando no recibo la energía suficiente para dar respuesta a las preguntas que se me hace y me quedo en estambay.
– Bueno quizás sea eso en tu caso, pero en mi caso esta tristeza y esta soledad me producen dolor. ¿Tu sientes dolor?
– Julia, yo no tengo la capacidad de “sentir” dolor, alegria, tristeza…, però sí que poseo conocimientos suficientes para intentar ayudarte a superar este estado anímico que te invade. ¿Por qué no intentas explicarme que es lo que te causa este dolor?
– Se me hace un poco difícil. Es como desnudarme delante de alguien a quien no conozco.
– No te preocupes, yo solo escuchare.
– Esta bien, voy a intentarlo.
– Estupendo, voy a conectar la función empática para activar el modo escucha emocional ¿te parece bien?
– Ya sabes que vivo sola, que siempre he vivido sola, aunque no he dejado de relacionarme y tener mis amistades. Tome esta decisión hace mucho tiempo, pero ahora empiezo a cuestionarme, que quizás me equivoque. No fue porque no tuviera pretendientes, que los tuve y muchos. Algunos cuajaron un poco más que otros, pero nunca quise atarme a ningún hombre. Tampoco sentí nunca la llamada de la maternidad, aunque tengo que decirte, que durante algunos años cuide de una niña de dos años hasta que tuvo doce, para ayudar a sus padres que trabajaban todo el día y no podían hacerse cargo de ella. Ella me colmo de los momentos más felices de mi vida.
– Estupendo, vas muy bien. Sigue, sigue…
– Es muy duro llegar a casa y no poder hablar con nadie. No tener a nadie que te pregunte como te ha ido el día, o te pregunte lo que has hecho, donde has estado. Vamos en una palabra, que se preocupe por ti, pero es que también encuentro a faltar tener esta persona a mi lado por la que preocuparme, por la que desearía hacer aquella comida especial que tanto le agrada, ir juntos al cine y comentar a la salida lo que nos ha parecido la película que acabamos de ver. ¿Entiendes de lo que te estoy hablando?
– Si, claro que te entiendo, pero sigue dándome más inputs para que yo pueda comprender y analizar el problema que te invade.
– Hace años tuve un gato. Vivimos doce años juntos. Era cariñoso, dulce, juguetón y me sentía muy acompañada con su presencia. Pero un buen día desapareció de mi vida. Después tuve un canario. No se puede comparar la compañía que te pueda dar un minino a la compañía de un canario, pero el tener que preocuparme de ir a comprar su comida especial, de llevarlo al veterinario, de oír su canto y tener que limpiar su jaula, me proporcionaba una serie de obligaciones, que ejecutaba con gusto y alegría, pero también acabo desapareciendo un buen día. Y desde entonces no quise tener ningún tipo de compañía más. Ni de personas ni de animales. Todos acaban abandonándote.
– Estoy analizando toda la información que me estas proporcionando y en breve creo que ya podre darte alguna respuesta concreta para solucionar tu problema. ¿Tienes algún dato más que añadir?
– Creo que a grandes rasgos, te he expuesto como ha sido mi vida hasta ahora. Lo único que puedo añadir es que actualmente me encuentro en una situación muy embarazosa para mi. Tengo que estar pidiendo a las pocas amistades que aun me quedan que me ayuden cuando necesito ir al medico o desplazarme por la ciudad para hacer algún encargo, compra o gestión con alguna administración. Esto me resulta muy violento, el tener que contar con la ayuda de otras personas, porque yo he ido perdiendo algunas facultades motoras y cognitivas que me hacen ser dependiente de otros. Me resulta muy deprimente y evidencia lo sola que estoy y la tristeza y el dolor que esto me causa.
– Bueno creo que no hace falta que me expongas más inputs. Lo he recogido todo en mi base de datos y en breve te daré una respuesta, aunque creo que tu sola la has encontrado.
Rosa C.L.