Mis avatares en la infancia durante la Guerra Civil. Es una historia real. Me llamo Martín Ferrer Martínez, nací en Barcelona hace 90 años y todo empezó en la calle Rosellon chaflán Marina cuando mama me llevaba a la tienda a comprar unas alpargatas nuevas para el domingo y me decía, “da los pasos más largos que se gastan menos”, o por ejemplo, cuando a mis 10 años trabajaba en el colmado (que aun está) torrando cacaos y café en la calle, a mi me interesaba los cacaus, porque con la gana que había me parece que comía más que torraba y las cascaras las tiraba al fuego, claro, el aparato era un bidón grande con una bola atravesada con un eje y una manivela para dar vueltas dentro de la bola con una ventanilla iban los cacaos y en la parte de abajo la leña y el fuego donde yo tiraba las closcas y no dejar rastro, vale?

En cuanto al café todo el barrio se decía mira ya está el Paco (que así se decía el dueño) torrando café, no paraba de currar, aun no había acabado un trabajo ya me tenia otro preparado. Los platos y pesas tenían que estar siempre brillantes, los vidrios, con agua y diarios, la escoba etc, etc, pero claro mama me decía, baja al señor Paco que te de un paquete de arroz y 1/2 litro de aceite (entonces se vendía a granel). Que yo ya ganaba mi jornal 1 pta de plata, ya ves que tiempo aquel en que yo cobraba en plata, mama me daba 50 céntimos para el cine Trianon Valencia esquina Diagonal y me compraba chufas y tramusos.

Si me permitís que os cuente una anécdota, por que tiene gracia la cosa. Yo vivía en el chaflán 402 a la derecha estaba el Paco y a la izquierda la Gumila los dos eran colmados que vendían lo mismo y se odiaban a muerte, una mañana en la puerta del Paco apareció una pintada: EL PACO ES UN FASCISTA (cuando la República el peor insulto que podías hacer a una persona, era decirle fascista) y a la mañana siguiente en la puerta de la Gumila la pintada: LA GUMILA FA DE PUTA (yo no la hice esta pintada ei).

Bueno después viene la parte de cuando mi padre se alisto a la Columna Durruti que acabo de chófer por que mi padre tenia permiso de conducir y cuando venia a Barcelona llevaba un colchón en el techo del auto para parar las balas de los pacos, nombre que se les daba a los fascistas que estacan camuflados por ventanas y balcones.

Después viene la parte cuando tuvimos que emigrar porque entró el Dictador Franco, dicho sea de paso mató a un tío mio, como buscaban un Ferrer pero claro nosotros ya no estábamos aquí.

Es que desde luego la gente que se alistaba para luchar en las barricadas era de muy buena fe, después nos enteramos que algunos curas como son tan listos disfrazados de anarquistas repartían los fusiles al pueblo tomando la dirección de cada uno y luego fueron uno a uno a su casa a buscarlos.

Perdón por las faltas y demás, tener en cuenta que a los 10 años me sacaron de la escuela.

Martín Ferrer Martínez