El Clot es uno de los barrios del distrito de Sant Martí, antiguo pueblo anexionado a Barcelona en 1897. La torre del Fang o la de Sant Juan, junto a la capilla y casa rectoral de Sant Martí de Provençals son testigos de su pasado medieval y agrícola. La antigua Farinera, convertida en un espacio multicultural o la fábrica Olivetti, transformada en el Glorias Center nos recuerdan su tradición industrial. Los viejos talleres ferroviarios de deposito y mantenimiento de las máquinas de la RENFE han sido remodelados para albergar un popular parque que conserva parte de su estructura original: chimeneas recubiertas por la hiedra, arcadas mimetizadas en un acueducto desbordando agua y muy cerca la escuela de aprendices de la compañía reconvertida en el centro de enseñanza “la Farigola” . En torno al parque la casa de la Vila, el Mercat del barri, la nueva iglesia de Sant Martí y sus entrañables calles todavía salpicadas por casas de estructura rural donde los ancianos sacan sus sillas en los atardeceres de verano para tomar el fresco y hablar.
El colegio Sant Pere Claver situado en la confluencia de las calles Valencia y Navas es una de sus instituciones historicas, fundado en el año 1900 con la finalidad social de escolarizar a los hijos de los obreros y campesinos, además de proporcionarle actividades lúdicas que ayudasen a integrarlos. Más tarde se distinguió por su lucha antifranquista, desde las aulas de formación profesional se inculcaba a sus alumnos la reivindicación de los derechos de los trabajadores, la democratización del estado y la defensa del catalanismo, algunos de sus profesores fueron encarcelados. Actualmente sigue movilizando diariamente a cientos de niños y jóvenes que dan al barrio un ambiente de alegría y bullicio constantes, aunque la original función social ha quedado olvidada.
En los años ochenta el precio de la vivienda mucho más asequible que en otros puntos de la ciudad y su buena comunicación atrajo a un gran número de parejas jóvenes lo que se tradujo en un aumento en la densidad de población. La demanda de equipamientos sociales y públicos se convirtió en la lucha de “la asociación de veins del Clot-Camp de l’Arpa”. Hoy el barrio cuenta con una “escuela de adultos” en la planta baja del “hogar de ancianos” y unida al “centro de atención primaria” donde no hace mucho instalaron su sede “Els Castellers”. Aunque sin duda los logros más celebrados por todos son los polideportivos Bac de Roda y Vintró que tiene como ilustre vecino el histórico “Orfeo Martinenc”. Se podría de decir que “al barri tenin de tot” menos una buena biblioteca, es la última batalla planteada por la asociación, aunque parece ser que esta extraña crisis económica impide la inversión en cultura.
La torre ABGAR visible desde cualquier punto se convierte en precursora del futuro que espera a todo el distrito forzado a subir al tren de la modernidad el cual con el nombre de AVE ha trastornado la vida de su ciudadanos y de los pequeños comerciantes que después de resistir heroicamente van cerrando uno tras otro. La culminación de esas obras supondrá una total transformación urbanística de la Sagrera y el Clot, que según los expertos proyectaran una imagen cosmopolita de la ciudad … seguramente a costa de la despersonalización del barrio y la perdida de sus señas de identidad.
Mª.Jesús Mandianes