Al poema que gime un sentimiento roto, de remiendo,
de corazón helado, vacío.
al que de madrugada se cuela en la alcoba
enjuagando la lágrima del que llora.
Al poema que consuela, al penitente del amor,
al que pariendo una palabra consigue cambiar
felicidad por dolor,
al que le escribe a la arrogancia
a la pobreza, a la niñez, a la adolescencia.
Al poema que consigue hacerte soñar
gozar de placer, al que te escucha llorar,
al que te ve sin mirarte,
al que te oye sin escucharte.
Al poema que habla por ti sin pronunciar palabra
al que sin quererlo te alaba,
al que descubre tus proyectos
al que atrevido desnuda tus sentimientos.
Al poema que sin dudas escribe seguro,
atrevido, rotundo,
al que le escribe al buen y al mal tiempo
a la buena y mala cara.
Al poema que escribe a la madre a la hija a la cuñada,
al recién nacido y a la vida del que se apaga,
al que al recuerdo le canta
al que el olvido, olvida.
Un poema al poema, que nunca se acaba,
que nunca termina…
Magui Turnes
Que magnífica inspiración la tuya Magui, ofrecer un poema al poema es una curiosa novedad. Lo he saboreado con calma y su lectura ha sido para mi un hermoso regalo. Te felicito una vez más.
Gracias Pilar